17 de octubre de 2012
Violeta
Yangüela
El
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas e Inversiones (CIADI)
es una institución del grupo del Banco Mundial diseñada para propiciar las disputas
entre gobiernos y nacionales de otros
estados.
Resulta
que Argentina tiene una situación especial por ser el país más demandado en el
mundo ante el CIADI con 49 casos sobre un total de 184. El monto total de las demandas se estima
entre 13 mil y 20 mil millones de dólares equivalentes a 6% de su PIB.
En
días recientes la Fragata Libertad, el buque escuela de la Armada Argentina con
320 tripulantes, está incautado en el puerto de Tema en Ghana tras un recurso
presentado por un fondo que tiene bonos argentinos adeudados y que no entraron
en el canje de deuda en default.
Después
del default del 2001, Argentina refinanció su deuda pero quedaron algunos remanentes
de aquellos que no aceptaron cobrar solo el 25% de lo invertido, además de una deuda con el Club de Paris por
un valor de 6,500 millones de dólares.
El
ministerio de Relaciones Exteriores argentino dice que el grupo NML Capital que
presentó el recurso pertenece al especulador Paul Singer, principal financista
del lobby que opera en la Justicia y el Congreso de los Estados Unidos. Añade
la Cancillería que “los fondos buitres han cruzado un nuevo límite en sus
ataques a la Argentina y que la medida de Ghana es violatoria a la Convención
de Viena sobre inmunidad diplomática”.
Dicen
las autoridades del puerto que simplemente cumplen con una orden de la justicia.
Exigen una fianza de 20 millones de
dólares para ser liberada.
En
septiembre pasado el Fondo Monetario Internacional (FMI) le dio 90 días a la
Argentina para que regularice sus estadísticas y la directora Christine Lagarde
afirmó en esa ocasión que de no haber novedades, “le sacaría la tarjeta roja”. Por
supuesto, la respuesta de la Cristina argentina no se hizo esperar: “Argentina
no es un club de futbol, sino un país soberano”.
Previamente
la revista The Economist escribió un artículo titulado Don´t lie to me
Argentina (No me mientas Argentina) para anunciar que no publicaría las
estadísticas de la Argentina por amañar las cifras de la inflación.
En
estos días se celebra la Asamblea anual del FMI en Tokio y el ministro de
Economía Hernán Lorenzino encabeza la comisión en representación de Argentina.
Pero
también resulta que Argentina debe al FMI por concepto de cuota la suma de
3,268 millones de dólares y tiene
“trabados” los préstamos del Banco Mundial para los próximos tres años.
O
sea, Argentina vende bonos soberanos, Argentina no paga esos bonos. Los acreedores recurren a los instrumentos
legales para cobrar la deuda y Argentina dice que son unos especuladores que
atacan a la Argentina.
Parecería
que los que ahora son especuladores eran
inversionistas y que la SOBERANÍA argentina es lo suficientemente válida para
no pagar sus deudas y amañar sus estadísticas.
Nota al margen: al
escribir el artículo, el Tribunal Superior de Ghana ha rechazado la petición de Argentina de liberar a la Fragata Libertad,
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