10 de octubre de 2012
Violeta Yangüela
En su texto, ¿Quiénes Somos?, Samuel Huntington
afirma que los debates en torno a la identidad nacional son una característica
omnipresente de nuestro tiempo y entre las causas más generales de esa búsqueda
cita la emergencia de una economía global, las comunicaciones y el transporte,
los creciente niveles migratorios, la expansión global de la democracia, el
final de la Guerra Fría y del comunismo soviético como sistema económico y
político. Se da preferencia a las identidades sub nacionales de carácter
cultural y regional por encima de identidades nacionales más amplias.
Esta argumentación podría explicar el proceso
de fragmentación que acompaña al proceso de la globalización Es la posibilidad de un territorio de
insertarse en el proceso global sin la carga del resto del estado-nación.
A la muerte de Francisco Franco, el 6 de
diciembre de 1978 con el 88% de votación,
se aprueba en referéndum la nueva
Constitución española en la que el Estado se organiza territorialmente,
en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que gozan de
autonomía para la gestión de sus respectivos intereses. ¿Herencia de los antiguos reinos?
En tiempos del Lehendakari Juan José Ibarretxe
el Parlamento vasco aprobó su iniciativa
de una Propuesta de Modificación del Estatuto de Autonomía, vigente
desde 1979, que en su preámbulo
establece el derecho de los vascos a
decidir su propio futuro y un nuevo modelo de relaciones con el Estado
español basado en la libre asociación. Algo así como el modelo del Estado Libre
Asociado de Puerto Rico.
Define su identidad como
un pueblo de Europa, en
convivencia con el Estado español, reconociendo la nacionalidad vasca además de
la española y que pueda tener su propia
voz en Europa y en el mundo, con representación
oficial en el exterior y representación como nación, sin estado, en los
organismos internacionales.
En el 2006 la Comunidad Autónoma de Cataluña,
con la ausencia del 50% de la población en el ejercicio electoral, el 36% de la
población votante aprueba en un referéndum el nuevo estatuto de la Comunidad.
En ese nuevo
Estatuto la Comunidad de Cataluña se define como nación frente al texto aprobado en 1979 que la define como nacionalidad,
el derecho de autodeterminación, establece el principio de bilateralidad en las
relaciones entre el Estado y la Generalitat, el deber de conocer el catalán y además
establece que Cataluña tenga un papel en las relaciones con la Unión Europea.
Se supone que es ilegal una convocatoria a un referéndum
que no se ajuste a la Constitución española, sin embargo el Parlamento de
Cataluña ha aprobado con el 62% de la votación la celebración de una consulta
por la autodeterminación.
Artur Mas, presidente de la Generalitad, está dispuesto a
consultar a los catalanes sobre la independencia de España tanto si es ilegal
como si no. Dicen que Mas ha admitido que realmente lo que quiere es convertir
a Cataluña en un modelo al estilo del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Luis Muñoz Marín, el artífice del Estado Libre Asociado,
seguro que sonríe desde su tumba.
A propósito, ¿importarán los vascos y catalanes los coquíes y las palmeras?
v.yanguela@codetel.net.do
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